viernes, 18 de noviembre de 2011

Cursi

Ay Dios... estoy acariciando una pantalla. Pensé que eso sólo sucedía en las películas, pero parece que es real; extrañás tanto a alguien que al ver su foto en una pantalla tu mente te engaña haciéndote creer de al tocarla vas a sentir la suavidad de su piel o su cabello... Ay Dios, estoy mal.
Hoy discutimos... Bah, "discutimos". Dije cosas, oculta detrás de mis anteojos de sol, lloré, levanté la voz, el trató de convencerme de algo. Me fui triste diciendo que me iba a estudiar, sabiendo de que me tomaría por lo menos un día volver a poner mi cabeza en paz. Que desastre.
Lo único que me falta es esperar a que llueva y sentarme a llorar al lado de una ventana y estoy hecha.-